El submarino nuclear 'Emerade' comienza la búsqueda de las cajas negras del vuelo AF-447
El submarino nuclear francés Emeraude (Esmeralda) ha llegado a la zona donde el pasado 1 de junio desapareció el Airbus 330-200 de Air France con 228 pasajeros a bordo e iniciará hoy las labores de búsqueda de las cajas negras del aparato siniestrado, según indicó el portavoz del Estado Mayor del Ejército francés, Christophe Prazuck. Los cadáveres de los primeros 16 ocupantes del avión de Air France recuperados en el Atlántico han llegado al archipiélago de Fernando de Noronha, desde donde luego serán enviados a la ciudad de Recife para su identificación.
El submarino cubrirá diariamente un área de unas 20 millas naúticas cuadradas, unos 35 kilómetros cuadrados, y cambiará de zona todos los días. A finales de esta semana su labor será reforzada por otros medios enviados por Brasil y medios civiles de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA, según sus siglas en francés), el organismo encargado de la investigación del siniestro.
La misión del 'Emeraude' será localizar gracias al sónar el lugar en el que pueden hallarse las cajas negras, que emiten durante 30 días una señal acústica. Si finalmente esa señal es percibida será entonces el batiscafo Nautile, que se usó para sellar las grietas del petrolero Prestige, el que intente recuperar las últimas grabaciones de los pilotos antes de que el avión desapareciera en aguas del Atlántico.
En tanto, la Marina de Brasil ha recuperado en las últimas horas otros 13 cadáveres de las víctimas del vuelo del Air France. Con este nuevo hallazgo, la cifra de cuerpos recuperados suma ya 41. Este martes, nueve días después de ocurrir la tragedia, Brasil iniciaron la compleja labor de identificación de las primeras 16 víctimas del accidente. Expertos en dactiloscopia comenzaron las labores periciales previas sobre los 16 cuerpos que llegaron al archipiélado Fernando de Noronha antes de trasladarlos a Recife, donde se completará la tarea de identificación con la ayuda de expertos franceses mediante fotografías, muestras de ADN y registros odontológicos.
Una larga búsqueda. Las autoridades francesas han informado de que se han recogido más de un centenar de piezas del avión, entre ellas una gran parte del estabilizador de la cola del aparato. Los investigadores se enfrentan a una ardua tarea para determinar qué fue lo que pasó realmente antes de que el avión desapareciera horas después de despegar del aeropuerto de Río de Janeiro con destino a París.