Inicia remoción de restos para determinar causas de mortal accidente
En las próximas 24 horas se espera realizar la primera remoción y traslado de los restos de la aeronave siniestrada este lunes, dejando como saldo fatal a 14 personas fallecidas en la comunidad de Las Mesitas, al sur de la capital hondureña.
Un equipo de expertos, que integran la Junta de Investigación, compuesta por elementos de la Fuerza Aérea Hondureña, Aeronáutica Civil, la aerolínea y algunas agencias internacionales comenzaron este martes a trabajar en lugar de los hechos para recuperar los motores, instrumentos y equipos de transmisión del aparato accidentado.
Los restos serán trasladados a Tegucigalpa, para depositarlos en un hangar de la Fuerza Aérea de Honduras (FAH), donde servirán en las investigaciones para determinar con exactitud, las razones de la catástrofe.
Según el director de DGAC, el general retirado Manuel Enrique Cáceres, se estudia la forma en la que se hará el traslado de las piezas, ya que el acceso a la zona es bastante difícil.
La recuperación, comentó, se llevará a cabo una vez que se llegue a un acuerdo sobre la forma de acceso al lugar y el procedimiento para levantar el amasijo de hierro que dijo el impacto.
La DGAC indicó que el avión bimotor LET 410 luego de su impacto contra el suelo, dejó un rastro desviado a la posición en que se encuentra la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional de Toncontín.
Igualmente, Cáceres, hizo un llamado para evitar que se profundicen las especulaciones sobre los motivos que llevaron al vuelo el vuelo comercial 731 de la aerolínea Central American Airways, a un desenlace fatal.
“Serán los especialistas en el tema quienes buscarán las luces que les conduzca a precisar que causas incidieron en el accidente de ayer”, manifestó.
CONDICIONES CLIMATICAS
Entre las posibles hipótesis que se manejan de forma preliminar, se encuentra la incidencia del viento sobre la aeronave, ya que ese factor pudo haber hecho que la nave se desviara del punto en que se debía mantener para lograr un correcto descenso y posterior aproximación a la pista de aterrizaje.
Igualmente, comentó, que se investigará si realmente el trágico incidente aéreo fue ocasionado por las condiciones climáticas, pues a pesar que el país está siendo afectado por un frente frío, sí era factible que aterrizara en el aeropuerto Toncontín, según lo informó el Servicio Meteorológico Nacional.
Sin embargo, “el impacto sobre la tierra pudo ser otra de las razones que pudo generar el movimiento en la aeronave y modificó su dirección”, apuntó el general retirado, quien destacó el hecho que se trata de información preliminar que podría variar, según avancen las investigaciones.
Tras las primeras observaciones realizadas por la Junta Especial en la comunidad de Las Mesitas, ubicada en el municipio de Santa Ana, departamento de Francisco Morazán, se determinó que la escena fue “contaminada” por la gran cantidad de personas entre rescatistas, policías y medios de comunicación.
Es casi imposible poder hacer las investigaciones en la zona del desastre, ya que la presencia de vecinos del sector, colaboradores, cuerpos de socorro, entre otras personas “contaminaron la escena del lugar”.
Para ello, la fuente pidió la colaboración de la Policía para que mantuvieran la escena acordonada y libre de personas ajenas a las investigaciones.
ÚLTIMA COMUNICACIÓN
Durante el último contacto a las 8:02, los pilotos Eduardo Ernesto Faasch Pineda y Óscar Benjamín Anderson Mejía, capitán de la aeronave, “avisaron que estaban volando a ocho mil pies a siete millas náuticas”, unos 5 kilómetros.
Aseguró que se desconoce si Anderson, no puso en práctica el correcto procedimiento de vuelo instrumental, el cual dirige y brinda la información necesaria para que el piloto pueda volar o aterrizar cuando no tiene visibilidad.
De acuerdo con los procedimientos estipulados por Aeronáutica Civil, el cierre del aeropuerto no tuvo lugar, ya que según los parámetros establecidos indican que debe haber una visibilidad mínima.
DESCENSO A 5,700 PIES
El abrupto descenso de 8,000 pies a 5,700 pies es una de las primeras circunstancias de investigación, pues cuando la aeronave sobrevoló el Cerro de Hula, a los 8,000 pies se cuenta con una “altura suficiente para salvar el obstáculo”.
“En este caso, la visibilidad reportada fue de 5 km y un techo de dos mil pies, que son condiciones aptas para realizar un descenso instrumental adecuado y apto y poder aterrizar sin ningún inconveniente” agregó.
Sin embargo, reconoció que no se cuenta con el instrumental específico “que nos pueda indicar en la zona cuánto estaba el viento”.
Además manifestó que debido a que la aeronave accidentada no tenía caja negra, se investigarán que otro tipo de instrumentación, como la cinta de grabación, para poder verificar cuáles fueron las causas de la fatalidad aérea.
Informacion: Diario La Tribuna de Honduras
www.latribuna.hn
Video: Tele Sur
Un equipo de expertos, que integran la Junta de Investigación, compuesta por elementos de la Fuerza Aérea Hondureña, Aeronáutica Civil, la aerolínea y algunas agencias internacionales comenzaron este martes a trabajar en lugar de los hechos para recuperar los motores, instrumentos y equipos de transmisión del aparato accidentado.
Los restos serán trasladados a Tegucigalpa, para depositarlos en un hangar de la Fuerza Aérea de Honduras (FAH), donde servirán en las investigaciones para determinar con exactitud, las razones de la catástrofe.
Según el director de DGAC, el general retirado Manuel Enrique Cáceres, se estudia la forma en la que se hará el traslado de las piezas, ya que el acceso a la zona es bastante difícil.
La recuperación, comentó, se llevará a cabo una vez que se llegue a un acuerdo sobre la forma de acceso al lugar y el procedimiento para levantar el amasijo de hierro que dijo el impacto.
La DGAC indicó que el avión bimotor LET 410 luego de su impacto contra el suelo, dejó un rastro desviado a la posición en que se encuentra la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional de Toncontín.
Igualmente, Cáceres, hizo un llamado para evitar que se profundicen las especulaciones sobre los motivos que llevaron al vuelo el vuelo comercial 731 de la aerolínea Central American Airways, a un desenlace fatal.
“Serán los especialistas en el tema quienes buscarán las luces que les conduzca a precisar que causas incidieron en el accidente de ayer”, manifestó.
CONDICIONES CLIMATICAS
Entre las posibles hipótesis que se manejan de forma preliminar, se encuentra la incidencia del viento sobre la aeronave, ya que ese factor pudo haber hecho que la nave se desviara del punto en que se debía mantener para lograr un correcto descenso y posterior aproximación a la pista de aterrizaje.
Igualmente, comentó, que se investigará si realmente el trágico incidente aéreo fue ocasionado por las condiciones climáticas, pues a pesar que el país está siendo afectado por un frente frío, sí era factible que aterrizara en el aeropuerto Toncontín, según lo informó el Servicio Meteorológico Nacional.
Sin embargo, “el impacto sobre la tierra pudo ser otra de las razones que pudo generar el movimiento en la aeronave y modificó su dirección”, apuntó el general retirado, quien destacó el hecho que se trata de información preliminar que podría variar, según avancen las investigaciones.
Tras las primeras observaciones realizadas por la Junta Especial en la comunidad de Las Mesitas, ubicada en el municipio de Santa Ana, departamento de Francisco Morazán, se determinó que la escena fue “contaminada” por la gran cantidad de personas entre rescatistas, policías y medios de comunicación.
Es casi imposible poder hacer las investigaciones en la zona del desastre, ya que la presencia de vecinos del sector, colaboradores, cuerpos de socorro, entre otras personas “contaminaron la escena del lugar”.
Para ello, la fuente pidió la colaboración de la Policía para que mantuvieran la escena acordonada y libre de personas ajenas a las investigaciones.
ÚLTIMA COMUNICACIÓN
Durante el último contacto a las 8:02, los pilotos Eduardo Ernesto Faasch Pineda y Óscar Benjamín Anderson Mejía, capitán de la aeronave, “avisaron que estaban volando a ocho mil pies a siete millas náuticas”, unos 5 kilómetros.
Aseguró que se desconoce si Anderson, no puso en práctica el correcto procedimiento de vuelo instrumental, el cual dirige y brinda la información necesaria para que el piloto pueda volar o aterrizar cuando no tiene visibilidad.
De acuerdo con los procedimientos estipulados por Aeronáutica Civil, el cierre del aeropuerto no tuvo lugar, ya que según los parámetros establecidos indican que debe haber una visibilidad mínima.
DESCENSO A 5,700 PIES
El abrupto descenso de 8,000 pies a 5,700 pies es una de las primeras circunstancias de investigación, pues cuando la aeronave sobrevoló el Cerro de Hula, a los 8,000 pies se cuenta con una “altura suficiente para salvar el obstáculo”.
“En este caso, la visibilidad reportada fue de 5 km y un techo de dos mil pies, que son condiciones aptas para realizar un descenso instrumental adecuado y apto y poder aterrizar sin ningún inconveniente” agregó.
Sin embargo, reconoció que no se cuenta con el instrumental específico “que nos pueda indicar en la zona cuánto estaba el viento”.
Además manifestó que debido a que la aeronave accidentada no tenía caja negra, se investigarán que otro tipo de instrumentación, como la cinta de grabación, para poder verificar cuáles fueron las causas de la fatalidad aérea.
Informacion: Diario La Tribuna de Honduras
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Video: Tele Sur