Avion de Ethiopian Airlines cae al mar en Libano
Las autoridades libanesas se mostraban anoche extremadamente pesimistas ante la posibilidad de localizar con vida a alguno de los noventa pasajeros del vuelo 409 de Ethiopian Airlines que la madrugada anterior se estrellaba frente a las costas de la localidad de Naameh, situada quince kilómetros al sur de Beirut, al parecer debido al mal tiempo.
"Tenemos esperanzas de encontrar supervivientes, pero no es probable" eran las desalentadoras palabras del ministro de Sanidad, Mohammed Jawad Khalife, pronunciadas en el hospital público Rafik Hariri, donde se practicaban las pruebas de ADN a la mayorÃa de los veintiún cadáveres ya recuperados, ante la imposibilidad de identificarlos por otras vÃas. Equipos de rescate, incluidos efectivos de la Fuerza Internacional de la ONU desplegada en el paÃs, de Francia, Reino Unido, Alemania, Chipre y de la Sexta Flota de EE UU, perseveraban también en las labores de rescate, que se prolongarán 72 horas, aunque de momento entorpecidas por la continuidad de la tempestad.
De acuerdo con el Ejército libanés, el aparato, un Boeing 737-800, se partió en cuatro trozos en el aire y cayó en picado al océano apenas cinco minutos después de haber despegado a las 2.37 horas del aeropuerto de Beirut, sobre el que se abatÃa una fuerte tormenta eléctrica. Según testigos citados por Reuters, el impacto produjo «un fogonazo que encendió todo el mar».
En su interior viajaba una tripulación de 7 miembros y 83 pasajeros, de los cuales 54son libaneses, 22 etÃopes, un iraquÃ, un sirio, un libanocanadiense, un ruso y dos británicos de origen libanés y una mujer francesa, que la legación gala en Beirut reclamó como Marla Sánchez, esposa del embajador.
Debieron retrasarlo
De acuerdo con fuentes de Beirut, las fuertes tormentas y el temor a que afecten a la seguridad de los aviones son una constante en el aeropuerto de la capital. AllÃ, los familiares de las vÃctimas exigÃan anoche respuestas. DeberÃan haber retrasado un vuelo una o dos horas para proteger a los pasajeros, -señalaba uno de ellos a Reuters-, habÃa rayos, y hemos oÃdo que los rayos pueden abatir un avión especialmente durante el despegue.
"Tenemos esperanzas de encontrar supervivientes, pero no es probable" eran las desalentadoras palabras del ministro de Sanidad, Mohammed Jawad Khalife, pronunciadas en el hospital público Rafik Hariri, donde se practicaban las pruebas de ADN a la mayorÃa de los veintiún cadáveres ya recuperados, ante la imposibilidad de identificarlos por otras vÃas. Equipos de rescate, incluidos efectivos de la Fuerza Internacional de la ONU desplegada en el paÃs, de Francia, Reino Unido, Alemania, Chipre y de la Sexta Flota de EE UU, perseveraban también en las labores de rescate, que se prolongarán 72 horas, aunque de momento entorpecidas por la continuidad de la tempestad.
De acuerdo con el Ejército libanés, el aparato, un Boeing 737-800, se partió en cuatro trozos en el aire y cayó en picado al océano apenas cinco minutos después de haber despegado a las 2.37 horas del aeropuerto de Beirut, sobre el que se abatÃa una fuerte tormenta eléctrica. Según testigos citados por Reuters, el impacto produjo «un fogonazo que encendió todo el mar».
En su interior viajaba una tripulación de 7 miembros y 83 pasajeros, de los cuales 54son libaneses, 22 etÃopes, un iraquÃ, un sirio, un libanocanadiense, un ruso y dos británicos de origen libanés y una mujer francesa, que la legación gala en Beirut reclamó como Marla Sánchez, esposa del embajador.
Debieron retrasarlo
De acuerdo con fuentes de Beirut, las fuertes tormentas y el temor a que afecten a la seguridad de los aviones son una constante en el aeropuerto de la capital. AllÃ, los familiares de las vÃctimas exigÃan anoche respuestas. DeberÃan haber retrasado un vuelo una o dos horas para proteger a los pasajeros, -señalaba uno de ellos a Reuters-, habÃa rayos, y hemos oÃdo que los rayos pueden abatir un avión especialmente durante el despegue.