British Airways araña más peso en la fusión con Iberia

Los accionistas de British Airways lograrán más peso en la fusión con Iberia tras eliminar ambas empresas las participaciones cruzadas en sus respectivos capitales. Los inversores británicos controlarán el 56% de la sociedad resultante, frente al 44% de los españoles, según reconoció el consejero delegado de British Airways, Willie Walsh, en la conferencia con los analistas para presentar el proyecto.

El complicado pacto de fusión da el 55% del capital a los accionistas de British y el 45% a los españoles, tras amortizar la autocartera de Iberia, según comunicaron ambas empresas el jueves tras aprobar el acuerdo los dos consejos de administración. Pero, una vez hecho el canje, se eliminará el 13,15% de acciones que posee British Airways en Iberia y el 9,99% de la aerolínea española en el capital de la empresa británica, lo que dejará finalmente a los ingleses con el control del 56% de TopCo, como inicialmente se llamará la nueva línea aérea.

Los españoles recibirán 1,0205 acciones de TopCo por cada uno de sus títulos y los británicos una acción por cada título.

Primer accionista
Pese a esta ligera reducción del peso español, Caja Madrid, primer accionista de Iberia y gran impulsor de la fusión, seguirá siendo el primer inversor de la empresa con una participación del 11,9%.

Los fondos BlackRock y Lloyds Banking seguirán a la entidad madrileña en poder en la futura sociedad, pero su participación es meramente financiera y no tendrán representación en el futuro consejo de administración.

Tras pactar el acuerdo de intenciones, los asesores de Iberia y British Airways trabajarán ahora para cerrar los últimos detalles con el objetivo de que el acuerdo final esté sellado en tres meses. Para ese entonces, British debería haber sellado con los gestores de sus dos fondos de pensiones un acuerdo para tapar sus agujeros financieros, que los analistas estiman entre 3.000 y 4.000 millones de libras (entre 3.358 y 4.477 millones de euros).

Iberia se ha reservado el derecho de suspender el proceso si considera que el acuerdo entre British y los gestores del fondo es dañino para sus inversores.